Hawks & Brisseau y reflexiones sobre la cinefilia en internet.


Para volver en el futuro (cuando haya terminado de ver todas sus películas, lo que sospecho será en bastante tiempo por mi inconsistente rutina de visionados), quiero escribir comentarios cortos sobre todas las que vi, hasta ahora, de dos directores sin ninguna relación conocida, pero que han sido de los que más han apelado a mis gustos ultimamente. Admito que a Hawks lo encontré de casualidad. Como muchas personas cinéfilas y que ven películas en internet, el cine clásico americano no es el más popular, incluso cuando ya se lleva un buen tiempo dentro, es más común estar familiarizado con todos los nombres de las nuevas olas que con uno tan básico como Howard Hawks (que es un muy buen nombre, por cierto) o incluso, John Ford - o si se tiene referencia de estos, sus películas no se ven, o se ven las tres más populares, lo que explica las calificaciones tan bajas que el resto de sus obras (que es amplísima en ambos casos) tienen en sitios como Letterboxd o IMDB, cosa sorprendente considerando su por lo menos tácita reputación en el mundillo cinéfilo. En parte me entristece un poco que no haya sido uno de los primeros directores que vi cuando empezaba, porque estoy seguro que habría disfrutado sus películas, pero creo que este es en un buen momento, para el buen cine  cuando sea. En la actualidad ver sus películas es encontrarse con imágenes compremetidas al cien con historias y personajes tan definidos que siempre es un gusto, ver a Cary Grant y lo mejor, más películas de otras personas que aparecen al leer sobre ellas. El cine de Brisseau con el tiempo ha alcanzado una concisión narrativa que remite al cine viejo y es tan poco común actualmente (una de las razones que más resonó en mi primer encuentro con sus películas), que conecta su obra indirectamente con las películas más compactas y directas de Hawks; en otras palabras, sus películas se relacionan por lo buenas que son. Sin más, este repaso apresurado en la filmografía vista de estos directores se encuentra en orden de visionado (todas una vez). 

His Girl Friday (Hawks. 1940)

In good films words are to set the mood. His Girl Friday is the apex of talkie Hollywood movies, with one of the most delicate and beautiful camera works (and it doesn't move to much).


Gentlemen Prefer Blondes (Hawks, 1953)
Me encanta, en realidad no puedo decir nada. Magnífica sesión doble A Countess from Hong Kong de Chaplin, otra comedia en un barco.


La Fille de Nulle Part (Brisseau, 2012)
Esta fue mi pirmera del francés. La encontré en una lista muy variada de cine de terror (como deberían ser todas las listas que se planteen escoger lo mejor de un género). Si bien Brisseau siempre ha presentado lo sobrenatural (telequinesis, espiritismo, fantasmas, demonios y ángeles), la religión (católica y budista) y en este caso mitología griega, no creo que tenga otra película que se pueda llamar de terror como "La chica de ninguna parte". Por lo general, los fantasmas o lo místico, es una dimensión o extensión más de la realidad de sus personajes, a veces como canalizadores de traumas (Céline y Tempting Devils) o deciden la suerte de estos (las ángeles en Les Anges exterminateur), pero acá, si bien la presencia fantasmal resulta explicada como una manifestación mítica y romántica, los fantasma en esta película causan miedo; la acción sucede en un departamento (el del director), planos de puertas entreabiertas, signo recurrente en el género, sombras y sonidos intempestivos; efecto al que la textura del digital suma. Tal vez es cuestión mía encontrar en la imagen de ese formato una realidad sensorial más vívida que ayuda me de más miedo, pero esta es una de las película que ha grabado su lado material en mi cabeza. Es realmente notable lo que estas imágenes en digital consiguen, en su pureza vidriosa y fría, están al servicio de una película de terror que se torna en una romántica y finalmente se muestra como un objeto personalísimo, entre el universo de este director y el cine en general (no entraré en detalles para no arruinar la sorpresa). No estoy seguro si es un buen comienzo para ver su filmografía, ya que varias cosas suyas acá están filmadas con tanta precisión y fluidez que ver su cine anterior después viene con la sensanción de que consiguió algo mejor más adelante, sin esforzarsa mucho. Pero como podrán ver, claramento esto no me desanimó!

Céline (Brisseau, 1992)
Honestamente un tipo de decepción. Pero no por que sea  mala, sino por lo exlpicado árriba: La fille de Nulle Part es una revisión de esta misma historia (esta más centrada en el trauima que en la pérdida), pero en otro escenario (rural), menos directa y ya no con la imagen digital que tanto me había atraido de la del 2012. ALgo curioso es que estrenó el mismo año que Fire Walk With Me y las puntos en que se encuentran varias son muchos: la presentación de lo sobrenatural o surreal para representar a mujeres víctimas de abuso, el espacio de la acción de la película y el imáginado volviéndose uno, y en el final, una aparición angelical y luz blanca cegadora como catarsis; otro punto de encuentro, este externo, es que ambos Lynch y Brisseau fueron practicantes de la meditación (el primero continua, de una trascendental y el segundo, del budismo), tal vez considerarlo ayude a hacer algo más de sentido de sus obras. Mi recuerdo me ha mostrado que no es una mala película realmente así que debo una revisión para corregir la primera impresión, esperemos.

Bringing up Baby (Hawks, 1938)
Me esta costando pensar que más decir sobre las películas de Hawks, porque son tan buenas y grandes y viejas que ya todos han señalado lo importante. Lo único que puedo añadir es que la presencia que las locaciones tienen en esta película es inesperada de una screwball comedy, tal vez sea algo más.


I Was a Male War Bride (Hawks)
Antes de la promesa del poster de ver a Cary Grant vistido de novia 90 minutos de película. Pauline Kael señaló que no hay ritmo y tiene razón (tal vez como un detalle del que Hawks estaba al tanto y que justifica el chiste de Cary Grant quedándose dormido en varias escenas), pero a mí no me molesta. En esta el romance es entre dos presencias masculinas fuertes, gay-coded canon, que se confrontan con un chiste simple (Grant con vestido y peluca) que se burla de políticas sexistas y  roles de género. Ann Sheridan es la presencia masculina más fuerte en la película y Grant ya no como el hombre tierno y pícaro de las anteriores comedias, sino un soldado malhumorado que se enamora y hará de todo para pasar la noche de bodas con su esposa. Las peleas y gritos entre Sheridan y Grant son de las cosas más románticas que Hawks filmó.

Scarface (Hawks, 1939)
Mejor que la de De Palma. Una película centrada en la obsesión por la violencia del protagonista y una de las más violentas de siempre.

Les Anges exterminateurs (Brisseau, 2006)
La película en la que su autor decide confrontar una condena por abuso sexual en su contra, con una ficción sobre un director usa a un grupo de mujeres bajo la fachada de un proyecto experimental (o pornográfico), donde planea filmar el placer sexual femenino. Brisseau se confronta a si mismo.

Choses Secretes (Brisseau, 2002)
La primera película del nuevo siglo del francés es una de las más sexualmente explícitas de su tiempo, la mayor cantidad de escenas que suceden en marcos de puertas y la más política del director; habla sobre relaciones de clase y poder y su relación con la violencia sexual. Comparte similitudes con La Captive de Akerman. Debo verla una vez más.

Twentieth Century (1939)
We're only real between curtains. Es tan buena como His Girl Friday, Barrymore - Lombard están a la par de Grant y Hepburn en Bringing Up Baby y a pesar de ser una comedia hawksiana pura, las escenas de interpretación dramática son conmovedoras gracias al duo principal, que sin embargo. Ha sido nombrada por Gerwig por su Barbie - tal vez sea lo mejor que esa película ha traido.

Tempting Devils (2018)
En su último trabajo Brisseau decide exponer parte del trucaje de su obra; una de las cosas de mayor interés en esta película es ver a una de las protagonistas editar unos vídeos  con pantalla verde en su macbook, la interpetada por Fabianne Babe, una "pornógrafa artística-amateur", que después de encontrar un teléfono con vídeos eróticos de una mujer joven, la contacta y decide enseñarle su obra, y en escenas posteriores, ver como esta herramienta de edición - sobreponer imágenes - toma lugar en la película. Sin ocultar el aparato y generando una tensión destacable, vemos a la joven Anna Sigalevitch quien ha sido introducida a la meditación, transportarse a otro escenario; la imagen no corta al plano inmediato donde el fondo que generará la ilusión de levitación ha sido hecho, sino, inicia eliminando el fondo:



y pasa a esto:




Brisseau decide terminar su obra entre las fronteras del experimental, en una comedia.

A song is born (1948)
I am a pushover for streptococcus. Una película de estrellas y jazz, que es también un remake de una película suya anterior, Ball of Fire (que no he visto). Un control casi imperceptible de los larguísimos planos que nos introducen desde el inicio al grupo de protagonistas y a la academia de música donde sucede. También, en el momento más emotivo, donde Hobart Freesbe, el profesor de música protagonista que ha terminado enamorado y comprometido con una cantante, Virginia Mayo, como parte del plan de unos criminales de sacarla de la ciudad, muestra su incertidumbre en la noche previa al matrimonio. Hawks decide filmarlo a oscuras, y solo vemos la silueta frente a una ventana y un contraplano de luz tenue sobre los ojos de Mayo. Elegancia impensable en una comedia romántica.

Dos de los mejores escritos sobre Brisseau se encuentran aquí
Bruno Andrade habla en extenso de la economía de recursos en La Fille de Nulle Part: focorevistadecinema.com.br/FOCO6-7/fillebruno.htm

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