El Coronel No Tiene Quien Le Escriba, Valeria Zenteno



Cuando me hablan de "clásicos de literatura" me aburro. Generalmente sé que me darán una cháchara acerca de cómo es que la literatura se ha ido perdiendo a lo largo de los años y cómo hemos ido "degradando" nuestro idioma. O que nos estamos "alienando" solamente por el hecho de usar palabras que los de más edas no entienden.

Y es que, en realidad, no hace ninguna falta. No hace ninguna falta decir que a ti no te parece la nueva forma en la que nos desarrollamos. Pero...

Si me vas a hablar de algo que me gusta (y que, quizás, también te guste a ti) Es lógico que no sea de la forma objetiva. Sin embargo, esto no siempre puede ser así.

Cuando por primera vez leí a García Marquez, empecé por Cien Años de Soledad. Obra que nunca terminé (y, hoy, puedo decir sin remordimientos que no planeo hacerlo en un futuro próximo) Me aburrí a las 20 páginas. Un monólogo sin fin de algo que no tiene que ser contado. De historias entrevesadas más dramáticas que las novelas de Latina o con mucho más plot-twist que las producciones de La Rosa de Guadalupe. Desistí de la lectura. Y tiempo después la encontré.

De tapa dura, con un lomo dorado y muy bonito. El Coronel No Tiene Quien Le Escriba, me sonreía desde la biblioteca de mi abuela. 

Tomé el libro sin pedirlo y me lo llevé al cuarto. Un sábado, sin mucho que hacer. Lo leí de cabo a rabo ese mismo día porque era un día flojo. Y fue una tristeza para mí.

Márquez será un clásico, Márquez será el ganador de un nobel, pero a mí no me importa. Márquez es, sin duda, un escritor que solo desparrama sus ideas como se le van ocurriendo. Sus historias siempre se vuelven más y más fantasiosas y de eso se cuelgan para decir que "es excepcionalmente bueno e inesperado"

No. Márquez no es eso. Márquez solamente es un literato sin buenas ideas, que rellena sus obras con las cosas más ridículas que se le vengan a la cabeza.

Tristemente es un clásico. Y tristemente todos dirán que esto es una especie de blasfemia hacia la literatura. Pero no es cierto. Es la verdad. Y la verdad siempre lo será.

El Coronel No Tiene Quien Le Escriba, de Gabriel García Márquez, es un libro que termina tan insípido como empieza. Y que te decepciona completamente ante toda expectativa. Ese tipo de cosas no es ser "creativo". Ese tipo de cosas es ser mediocre.

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